lunes, 10 de diciembre de 2012

San Nicolás de los estudiantes en Lieja


La semana pasada fuimos de visita -y de fiesta- a Lieja, una de las ciudades belgas más importantes, que se encuentra a un tiro de piedra de Aachen. Se celebraba San Nicolás de los estudiantes (en francés Saint-Nicolas des étudiants), la segunda mayor fiesta de los estudiantes de la ciudad (la primera es Saint-Torè en marzo, a la que también espero ir) y que dura dos días. Además de por ver la ciudad, fuimos por la curiosidad que teníamos por saber cómo es la vida estudiantil (y Erasmus) en ella y compararla con la de Aachen. Aunque todo el mundo diga que las comparaciones son odiosas…

La estación de Liège Guillemins

La primera obra o monumento de mención que uno se encuentra al llegar a Lieja en tren es la propia estación de ferrocarril, Liège Guillemins, diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, cuya cúpula tiene reminiscencias de su Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Mientras paseábamos por las calles del centro de la ciudad entre la Catedral de Saint-Paul y el Palacio de los Príncipes-Obispos (frente el cual estaba montado Le Village de Nöel, el mercado navideño típico de la ciudad) nos encontramos con los primeros estudiantes enfundados en batas blancas. Sí, porque la costumbre local de los estudiantes es vestirse con una bata (la típica de médico) que compran en su primer año de carrera y mantienen hasta el último, y salir de fiesta con ella en las dos celebraciones más importantes del año (la de Saint-Torè en marzo y esta de Saint-Nicolas en diciembre).

En dicha bata dibujan, pintan y se escriben cosas entre ellos, que unido a las manchas de bebida, barro y vómitos adquiridas a lo largo de los años convierten la prenda en una cicatriz de guerra de la que deben sentirse muy orgullosos, pues es señal de cuántos años de carrera (y tantas fiestas) llevan a sus espaldas. Obviamente no creo que haga falta indicar que la bata no puede ser lavada de un año a otro, así que en muchas de ellas no queda ni rastro ni recuerdo del color blanco ;)

Le Carré a primera hora de la noche, cuando aún era practicable cruzar por allí

Como he dicho antes, por el día es común ver a estudiantes con batas y también una jarra en la mano, con la que piden dinero a cualquier transeúnte que se cruce por su camino. El motivo lo dicen sin tapujos: quieren dinero para gastárselo en alcohol esa noche. Yo creo que dicho arranque simpático de honestidad ayuda a que más gente se estire a darles dinero xD

Por la noche, ya todos los estudiantes con sus batas pintadas y sus jarras llenas de monedas, acaban en el barrio de Le Carré, situado en el centro de la ciudad y compuesto por calles estrechas en las que se encuentran numerosos garitos y baretos pequeños con bebida a precios asequibles. La verdad es que este tipo de calles estrechas con cantidad de bares y ambiente bullicioso es lo que echo en falta en Aachen, como también en otras ciudades alemanas en las que he estado de fiesta.

Para viajar barato a Lieja desde Aachen tenemos varias opciones. Si se es menor de 26 años se puede comprar por Internet el Go Pass 1 Aachen, que por 7,20€ permite hacer un viaje en tren entre Aachen y cualquier ciudad belga (en este caso Lieja). Si se va a viajar en fin de semana, por 16,5€ para dos personas (8,25 cada una) podemos comprar el EuregioTicket, que permite desplazarse durante todo un día por las regiones alemana de Aachen, belga-neerlandesa de Limburgo y belga de Lieja. Una tercera opción sería usar el Go Pass normal, aunque teniendo en cuenta que no incluye el trayecto de Aachen hasta la frontera con Bélgica, así que habría que pagarlo aparte o confiar en que no pase ningún revisor en ese tramo.


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