A veinte minutos en tren de Düsseldorf localizamos
Wuppertal, una ciudad de algo más de 350.000 habitantes atravesada por el río
Wupper. Lo curioso es que la ciudad no es tan conocida por sus numerosos
edificios de distintos estilos arquitectónicos o por ser la cuna del filósofo
Engels o el fundador de Bayer, Friedrich Bayer, sino por contar con una
atracción un tanto atípica: la Schwebebahn, o tren colgante.
Este monorraíl suspendido a entre 8 y 12 metros de altura
recorre la ciudad siguiendo (en su mayor parte) el curso del río Wupper a lo
largo de 13 kilómetros y 20 estaciones. Para los habitantes de Wuppertal no deja
de ser otro medio de transporte más para sus desplazamientos cotidianos por su
ciudad, por lo que alguno hasta llega a mirar algo raro a los pocos turistas
que van a Wuppertal a montarse en el tren y sacar fotografías de la ciudad
desde las alturas.
La Schwebebahn fue construida hace más de 100 años, diseñada
por el ingeniero Eugen Langen (quien inicialmente la había ideado para Berlín)
aunque recientemente se han llevado a cabo trabajos de renovación y
modernización. A los estudiantes de Renania del Norte-Westfalia, su Semesterticket
les permite montarse gratuitamente en este tren colgante, como en cualquier
otro autobús, metro o tranvía de la región, pues al fin y al cabo la
Schwebebahn no deja de ser otro transporte público más.
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