Cuarta parte de la ya no tan pequeña guía sobre lo que no hay que perderse en Berlín. Si en la primera parte hablé de la Puerta de Brandeburgo, el Holocaust Memorial y el Reichstag, en la segunda de la Museumsinsel, la Catedral y Alexanderplatz con el Fernsehturm, y en la tercera de la East Side Gallery, Potsdamer Platz y la Gedächtniskirche, ahora llega el turno de otros tres elementos característicos de la ciudad:
Checkpoint Charlie: Otro ejemplo más de lo que fue la división de Berlín y del país en general. Fue un puesto fronterizo entre el este y el oeste, y aunque con la reunificación fue demolido junto con el resto de puestos (Checkpoint Alfa, Checkpoint Bravo, etc) hace unos años se volvió a reconstruir. A una calle de aquí se encuentra una columna en memoria de Peter Fechter, la primera persona muerta al intentar cruzar el Muro (y a quien parecer Nino Bravo dedicó su canción Libre). La parada de metro más cercana al Checkpoint Charlie es Kochstraße.
Estadio Olímpico: Construido en 1936 para los Juegos Olímpicos del mismo
año y símbolo del régimen y la arquitectura nazi. Lo restauraron de
cara al Mundial de Fútbol de 2006. Está lejos del centro de la ciudad y
lo mejor es ir allí bajándose en la parada de tren de Olympiastadion.
Ampelmännchen: Esto no es un edificio ni un monumento ni nada, es simplemente el muñeco rojo y verde de los semáforos, que con su diseño característico ha acabado convirtiéndose en otro símbolo más de la ciudad (incluso venden camisetas y souvenirs diversos con él). Incluso hay alguno a tamaño natural por la calle para que te puedas hacer una foto con él.
Continúa en Qué ver en Berlín (y V)
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