A escasos 30 kilómetros al sur de Aachen y encajado en un
valle encontramos el pequeño pueblo de Monschau. Coronado por un castillo del
siglo XIII, el pueblo destaca por sus casas de entramado de madera a orillas
del río Rur que invitan a retroceder 300 años en el tiempo para perderse por el
puñado de calles estrechas que lo forman.
Monschau a principios de septiembre |
Conocido hasta hace relativamente poco por el nombre francés de Montjoie, la tranquilidad de sus calles no revela que el enclave de Monschau ha estado muy disputado a lo largo de la historia. Sitiado y capturado por el emperador Carlos I en el siglo XVI y tomado por los franceses a finales del XVIII, no fue hasta 1918 cuando fue rebautizado con su actual nombre de Monschau.
Durante siglos el motor económico del pueblo fue la industria
textil. Muestra de ello es la Rotes Haus, el edifico más famoso de Monschau,
construido en el siglo XVIII para ser el hogar de una familia local que se
enriqueció con la actividad textil y que ahora ha sido reconvertido en un museo
en el que contemplar la decoración de la época.
Al este de Monschau se extiende el Nationalpark Eifel, uno
de los 14 parques naturales de Alemania y otro destino que merece la pena
visitar, ya sea para hacer excursionismo o recorrerlo en bicicleta.
Monschau tras las lluvias de diciembre |
Por cierto, si se tiene oportunidad de acercarse al pueblo
en diciembre (sin importarnos demasiado el frío) podremos visitar el típico
mercado navideño alemán que adorna el centro y recorrer Monschau mientras nos
calentamos las manos y el cuerpo con el tradicional Glühwein.
Para llegar a Monschau desde Aachen hay que tomar el autobús
66 que sale del Bushof y bajarse en la última parada (Monschau Parkhaus). Otra opción
es coger el bus SB63 que pasa por la Hauptbahnhof de Aachen y bajarse en el
pueblo de Roetgen para cambiar al 66 (un
autobús siempre espera al otro, así que no hay peligro de perderlo o tener que
esperar mucho). De ambas maneras tardamos alrededor de una hora en llegar a
Monschau. Conviene asegurarse de los horarios, pues en fin de semana los autobuses
pasan cada dos horas y el último autobús para volver a Aachen no sale muy tarde
de Monschau.