jueves, 31 de enero de 2013

Ampliación del Erasmus



La última semana de diciembre recibí en mi casa (en España) una carta de la Universidad de Barcelona en la que se aprobaba mi solicitud de ampliación del Erasmus un semestre más. Era algo que ya supe unos días antes vía e-mail, pero siempre hace ilusión recibir una confirmación así por correo ordinario ;)

Cuando solicité participar en el programa Erasmus, poco antes de comenzar este blog, lo hice por un solo semestre, consciente de que las últimas asignaturas que me quedaban de la carrera no me darían para cubrir todo un año en una universidad extranjera. Aun así siempre contemplé de una u otra forma la posibilidad de alargar la estancia unos meses más, ya fuera continuando el Erasmus, trabajando un tiempo o simplemente quedarme estudiando idiomas.

En estos casi cinco meses que llevo ya aquí he meditado sobre los pros y los contras de quedarme o marcharme, y la verdad es que la balanza ha acabado por decantarse claramente por lo primero. Estas son las razones:
  • Vivir en un país extranjero ofrece una oportunidad para aprender y mejorar idiomas, en este caso alemán e inglés. Así que, ¿por qué no aprovecharlo todo el tiempo que se pueda?
  • Casi todos los demás estudiantes se quedan durante todo el año. De los pocos que se van, es común en casi todos ellos verles las caras cuasidepresivas por tener que marcharse, algunos no teniendo otra opción. Yo sí la tengo, así que no me gustaría acabar arrepintiéndome por no haberla aprovechado, sobre todo al ver que la gente que conocí sigue ahí.
  • Una de las ventajas de Aachen es su situación geográfica, desde donde se puede viajar a Bélgica y los Países Bajos. Además unido al SemesterTicket que permite a los estudiantes viajar gratuitamente por toda Renania del Norte-Westfalia, ofrece una gran variedad de lugares que visitar. Si me marchara ahora lo haría sin haber visitado ni la mitad de cosas que me gustaría.
  • El primer semestre es más deprimente, meteorológicamente hablando, que el segundo. Un diciembre con bastante frío; un enero y febrero con días seguidos de lluvia cuando no hace mucho frío o de nieve cuando hace bastante. No me gustaría marcharme de aquí con el peor tiempo y perderme primavera y verano, cuando más se puede viajar y disfrutar de actividades al aire libre.
  • Y la última y creo que más obvia, de Erasmus sólo se está una vez en la vida y medio año no es tanto tiempo, así que creo que sobra exponer más razones ;) 
 
Mucha nieve está bien... hasta cierto punto

Tras haber meditado todo ello, sólo me quedaba preguntar por la posibilidad de ampliar la estancia del Erasmus. En las diferentes jornadas informativas que nos hicieron en la Universidad de Barcelona antes de venir no mencionaron nada de poder ampliar la estancia, ni tampoco me pareció leerlo en ningún documento. Otros estudiantes españoles de aquí ya lo habían solicitado a sus respectivas universidades, así que yo me decidí a preguntarles en la mía.

Según me dijeron en la Universidad de Barcelona, es posible ampliarlo siempre que la universidad de destino acepte y que no estén cubiertas todas las plazas de intercambio. Pregunté por ello en la Fachhochschule Aachen, que es donde estudio aquí, y me dijeron que por ellos ningún problema. El plazo para solicitar la ampliación en la UB terminaba el 14 de diciembre y debías entregar dos documentos: el de Ampliación de Estancia firmado y sellado por la universidad de acogida, y un Learning Agreement actualizado con (una más que provisional lista de) las asignaturas que haré aquí el segundo semestre. Y así lo hice.

Como dije al principio del post, a finales de diciembre me respondieron confirmándome la ampliación, pero advirtiéndome de que eso no implicaba la aprobación de la ayuda económica para el segundo semestre. La semana pasada recibí un nuevo correo electrónico en el que me confirmaron que sí me concedían la beca económica, con la ampliación del contrato Erasmus adjunto que debo imprimir, firmar y enviar a la Oficina de Mobilidad y Programas Internacionales de la Universidad de Barcelona.

Pues esto es todo. Espero que me cunda ;)

Burtscheid nevado desde la residencia de Bayernallee (sur de Aachen)

miércoles, 30 de enero de 2013

Qué ver en NRW (4): Bonn


Tal vez el primer dato que nos viene a la cabeza cuando hablamos de Bonn es que fue la capital de la República Federal Alemana (RFA) hasta 1990, pero lo cierto es que cuando uno pasea por Bonn encuentra una ciudad tan tranquila que no aparenta haber sido la capital de uno de los dos estados en los que se dividió Alemania tras la Segunda Guerra Mundial.

Bañada por el río Rin y situada a tan sólo 25 kilómetros de Colonia, el segundo dato que podríamos recordar es que es la ciudad natal de Beethoven y donde pasó los primeros años de su vida antes de marcharse a vivir a Viena.

Altes Rathaus, el antiguo ayuntamiento de Bonn

Bonn se puede ver en un día, así que basándome en el plano de la Oficina de Turismo (1) de la ciudad voy a repasar los puntos de interés del casco antiguo que al menos hay que visitar, si se está solo unas horas en la ciudad. Los números entre paréntesis relacionan los lugares con el mapa (que está al final de esta página).

La ruta comienza en la plaza Münsterplatz, a apenas cinco minutos andando de la Hauptbahnhof, la estación principal de tren. En el centro de la plaza encontramos un monumento a Beethoven (2) y frente a él la Catedral de Bonn (14). Construida en el siglo XI sobre los restos de una antigua necrópolis romana, destaca su claustro. Frente a la Catedral están situadas dos esculturas de enormes cabezas que representan a los santos Casio y Florencio de Bonn, dos legionarios romanos cristianos que fueron ejecutados por negarse a obedecer al Emperador Maximiano.

La Catedral de Bonn

Dejando la Münsterplatz y tomando la calle Vivatsgasse encontramos la Sterntor (3), una de las puertas medievales de entrada a la ciudad, junto con los restos de un semitorreón y un pequeño trozo de la muralla medieval.

Torciendo por la calle Sternstrasse llegamos a la Marktplatz, donde está el Altes Rathaus (5) o Ayuntamiento Viejo, construido en el siglo XVIII y de estilo rococó. Cerca de allí, continuando por la calle Bonngasse llegamos a la casa natal de Beethoven (4).

Casa natal de Beethoven

Siguiendo por la calle Friedrichstrasse llegamos a la Ópera de Bonn (7), situada junto al río Rin. Desde aquí podemos pasear en la dirección opuesta al curso del río hasta llegar a Alter Zoll (8), un bastión del siglo XVII desde el cual observar la vista sobre el Rín. Adentrándonos de nuevo en dirección al casco antiguo, encontramos la Universidad de Bonn (11), cuyo edificio principal fue la residencia del Príncipe Elector arzobispo de Colonia, uno de los siete Príncipes Electores encargados de elegir al Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Unida al edificio de la Universidad está la Puerta de Coblenza, junto a la cual está el Museo Egipcio (9), mientras que al otro lado del parque Hofgarten se alza el Museo Académico de Arte (12).

Universidad de Bonn, antigua residencia del Príncipe Elector de Colonia

Desde Bonn podemos hacer varias excursiones. Al sur está el barrio de Bad Godesberg (otrora ciudad independiente y ahora parte de Bonn) donde están las ruinas del castillo de Godesberg. Aún más al sur y siguiendo a contracorriente el Rin, llegamos a Königswinter, un pueblo situado a los pies de la legendaria montaña Drachenfels, desde cuya cima se obtiene una panorámica magnífica del Rin y las tierras que lo rodean. Drachenfels es una de las siete colinas que forman las famosas Siebengebirge, una zona de kilómetros de extensión que ofrece a elegir numerosas rutas de senderismo.

Ruta sugerida con los lugares de interés indicados (click para ampliar)